Muy agradecido a los seguidores de este blog, os informo de que termina esta experiencia a la par que acaba el año. La noche que viene es la de los grandes propósitos, ya sabéis, y uno de los míos consiste en ... digamos que administrar mejor la aceleración del tiempo. Ojalá se cumpla esta aspiración y también todas las vuestras. Gracias.

Julio.

Nochevieja de 2013.


viernes, 17 de agosto de 2012

Torre de Babia (I): El día del glaciarín (revisado)

 
 
 
El siguiente reportaje fotográfico data de mayo de 2010 y fue publicado en este blog en el otoño de ese mismo año. Esta versión revisada incluye más fotografías.
 
 
 
 
Pachelbel: Canon en re mayor.
Sinfónica de Londres.
 
 
 



 
De las ¿docenas? de veces que llegué a la laguna de Las Verdes y habiendo entrado a ella por los cuatro puntos cardinales, creo que siempre recordaré ésta. Acompañaba a dos amigos -un fino artesano multidisciplinar, experto fotógrafo y filósofo de la escuela de Schopenhauer y un naturalista, idealista, pedagogo y perito en sidras. El objetivo de este último era girar una visita a otro buen amigo, don Alytes Obstetricans o Sapo Partero, comadrón él como su nombre indica y muy amenazado por la pérdida de hábitat.
 
 

 
Corro o corral de ganado a la orilla del camino.  A lo lejos, la peñona de La Cervata.
 
 
Subimos esta vez a la laguna por el camino habitual, desde Torre de Babia. Puede que la riqueza paisajística y la huella de la actividad tradicional en este valle ganadero, lo que hoy llamamos paisaje cultural, sea la más valiosa, la mejor conservada de la comarca. El corro de ganado de la foto superior o el puente de la inferior son dos regalos que la ruta ofrece como aperitivo.
 
 
 
Puente en el camino a La Guariza. (Guariza: buariza o boiriza, antiguo coto boyal).
 
 
 
Arriba, el murallón de La Cervata (2.076 m). Abajo, en las praderas de Tremeu,
depósitos morrénicos arrastrados en el último pero lejano período glacial.
 
 
 
La reguera de Tremeo despeñándose desde el poderoso manantial
que brota al pie de La Cervata.
 
 
 
 
 
 
 
Las piedras de la morrena fueron utilizadas para construir varias 
fortalezas o corros que dificultaron el ataque de los lobos.
 
 

La Majada de Las Verdes.
 
Una de las pocas que aun acogen rebaños trashumantes venidos de las dehesas de Trujillo. Parte de la cabaña del Conde de la Oliva -hoy perteneciente al marqués de Campos de Espina-  pasa el verano aquí.
 
 
 
Por encima del chozo de Las Verdes falta subir un último escalón -setenta metros de desnivel- para acceder al grandioso circo. Mayo es el momento para disfrutar del espectáculo del deshielo. Pero hay mayos y mayos y uno como éste de 2010 no se da con frecuencia.
 
 
 
Acceso al bellísimo, imponente circo en los Puertos de Las Verdes.
 
 

 
La laguna desagua un caudal muy abundante.
¿Qué habrá ahí arriba?
 





La aguja de Las Coloradas se zambulle en el agua gélida. En pocas semanas, cuando suban las temperaturas, la vegetación se apoderará del espejo. 
 


Un salto en el tiempo: 15.000 años atrás.
El renacido glaciar del Montigüeiro tiene un frente de diez metros de altura 
de donde se desprenden sucesivos icebergs.
 






 
Para ellas, la inesperada glaciación resultó fatal.






Nosotros somos igualmente frágiles pero, de momento, que nos quiten lo bailao.
Creo que recordaremos siempre el día del glaciarín.

 
 
 
 
 

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