Muy agradecido a los seguidores de este blog, os informo de que termina esta experiencia a la par que acaba el año. La noche que viene es la de los grandes propósitos, ya sabéis, y uno de los míos consiste en ... digamos que administrar mejor la aceleración del tiempo. Ojalá se cumpla esta aspiración y también todas las vuestras. Gracias.

Julio.

Nochevieja de 2013.


viernes, 9 de septiembre de 2011

Riello: ¡Viva el lujo y quien lo trujo!





Riello la nuit.


Música para soñar los elegantes bailes de Riello en los años 30.


Kenny Ball & His Jazzmen: Midnight In Moscow 


 



Por términos de Riello, de Guisatecha a Inicio, el río discurre plácido entre los pandos y lombas tan característicos en el paisaje de la baja Omaña, montes gastados, de espinazo redondo,  grávidos, tumbados como vacas que sestean entre las cumbres que lindan con Babia y la planicie sin fin de La Ribera.
Desde el Pandorado se ve la cercana aldea de Castro de La Lomba (foto superior). Entre ambas colinas el río fluye bajo un palio de alisos. Desde el puente de La Omañuela hasta el de Castro, es una de las reservas trucheras más celebradas de la provincia de León, que ya es decir.






Desde sus 1.140 metros de altitud, Castro de La Lomba ve correr el agua cien metros más abajo, bordeando las peñas sobre las que hace tanto tiempo un clan de omañeses construyó y fortificó su poblado. En la foto inferior, dentro de un recuadro, se aprecia la corona, el núcleo de la aldea primitiva.







Aún se ve, cavado en la peña, el suelo unas chozas contiguas y el canalillo labrado en torno a la vivienda inferior para desviar el agua. Ladera abajo, muy cerca, dicen que hay escorias que parecen el residuo de un horno metalúrgico.




Entre la corona del castro y el actual pueblo hay un pequeño pinar, 
la iglesia y vestigios de una zanja defensiva. 



En las últimas décadas del pasado siglo, Castro quedó prácticamente despoblado pero algunos vecinos, que seguramente habitan cerca, vuelven con frecuencia. Durante los meses buenos hay quien pasa aquí largas temporadas. Abundan las ruinas y quedan restos de los techos de paja pero también hay edificaciones renovadas y huertos bien cuidados y alguien se ocupa del ornato público, de conservar la fuente, pilón y lavadero y de la limpieza de calles. 




Castro formó parte del desaparecido municipio de La Lomba, el medieval Concejo de La Lomba de Campestredo. Hoy pertenece al municipio de Riello cuya capital apenas dista dos kilómetros y medio, aunque el Alto de La Labiada está por medio.

 
En 1917 llegó a Riello la electricidad para iluminación pública y usos industriales. La central generadora fue instalada en el río Omaña a su paso bajo Castro de La Lomba.
El acontecimiento dio lugar a manifestaciones espontáneas con exclamaciones y gritos de
¡Viva el lujo y quien lo trujo!


 
A la derecha, el Puente de Castro de la Lomba.
A la izquierda, al borde de la pradera,
los edificios de La Fábrica de la Luz.

Aunque la iluminación pública mediante electricidad llegó en 1889 a León capital y en 1893 a Ponferrada, el uso del agua como energía primaria no se generalizó hasta finales de la primera  década del siglo XX. De 1909 data la instalación de una central hidroeléctrica en las Hoces de Vegacervera para abastecer a la ciudad de León. Apenas seis años después, el 5 de marzo de 1915, estuvo listo el proyecto de construcción de una Fábrica de La Luz en el río Omaña, a su paso bajo el Castro de La Lomba. El promotor fue Bernardo Fernández Díez, oriundo de la vecina tierra de Ordás y casado en Riello. En 1916 logró la licencia tras probar que las instalaciones en nada afectan a la corriente del río Omaña. La primera turbina requirió un caudal de trescientos litros por segundo y un salto bruto de 5,7 metros para mover un generador capaz de producir 20 KVA. El canal de conducción se deriva del río al pago de Surribero y tiene 754 metros de longitud con pendiente de seis diezmilésimas, cuatro metros de anchura y casi un metro de calado. Del azud o puerto de fábrica, aunque fue construido con dos roscas de hormigón y relleno de mampostería hormigonada, apenas quedan vestigios porque quedó sin cuidados de mantenimiento en los años 70 y las avenidas del Omaña, durante los deshielos, son de mucho cuidado.
 

El puente de Castro, próximo a La Fábrica de La Luz,
es llamativo por tener un arco muy rebajado.

 

Vestigios de la presa, río arriba, en Surribero.
  



Éste es el mayor edificio industrial de la compañía Hidroeléctrica y Harinera La Omañesa.  La Fábrica fue renovada sucesivamente pasando a utilizar turbinas y alternadores de mayor potencia, hasta alcanzar los 150 KVA, lo que permitió contruir en Riello la nueva factoría harinera movida por la electricidad generada en Castro.



Los gruesos muros de hormigón en la fachada sur encierran la cámara de carga. Los dos arcos que asoman en la base son los canales de descarga por donde el líquido vuelve al río después de haber hecho su trabajo en las turbinas.




El eje de la turbina penetra en la sala de alternadores y mueve los volantes que, mediante sendas poleas, hacen girar el alternador -volante grande, en primer plano y el dispositivo regulador y la bomba de lubricación -volante pequeño, más atrás-.







Cabezal del sistema de regulación y manómetro de la bomba de lubricación.



Restos de los transformadores después de que alguien distrajera el bobinado de cobre.


Mando de válvulas de admisión.




Con la ampliación de la central y el traslado de la factoría harinera a la capital 
del municipio, quedaron libres algunas dependencias del complejo industrial 
que hoy sirven de albergue para ganado diverso.

 ___________________________________________________



Riello lujoso, todavía: 


Junto a las edificaciones de la antigua Hidroeléctrica y Harinera La Omañesa, el ayuntamiento de Riello acondicionó un área de recreo a la sombra de los chopos, a la orilla del agua, junto al puente de arco rebajado. El lugar está equipado con artilugios para juegos infantiles. Éste es el límite inferior del afamado Coto Truchero de La Omañuela. En las proximidades hay pozos de baño. Carretera arriba, a solo un kilómetro, está Castro de La Lomba. Los vestigios del poblado primitivo se encuentran detrás de la iglesia y de un pequeño pinar. Desde allá arriba son excelentes las vistas sobre el arco del río y las lombas de Omaña, incluido el santuario de Pandorado.

Y Riello, con su lujosa traza, queda a poco más que un tiro de piedra.



¡Otra vez, maestros!




Riello

En su libro Villamor de Riello, un antiguo concejo leonés en la comarca de Omaña, Chema Hidalgo relata cómo, durante el primer tercio del siglo XX, la capital del municipio conoció un fogonazo emprendedor, un dinamismo que hizo florecer la industria y el comercio y también las relaciones sociales y las manifestaciones culturales y artísticas.
La villa tuvo un desarrollo urbanístico insólito en el noroeste provincial. Las edificaciones nuevas siguieron la tendencia modernista con profusa utilización del ladrillo visto como elemento decorativo, además de la forja metálica, la madera labrada y el cristal en puertas y balconadas y la utilización de llínea curva en el diseño de dinteles y fachadas. 










Y como en todas partes cuecen habas y en mi casa a calderadas,
ahí va una foto para rematar:



Notas:


En Riello se come muy bien. Igualmente en Pandorado.
En las aldeas de La Lomba practican la agricultura y ganadería ecológica.
De Campo de La Lomba procede la prestigiosa Miel de Campo.
A 5 kilómetros de Riello, en Soto y Amío, está la fábrica de embutidos de Honorio Fuertes.
En las tiendas de Riello se pueden adquirir panes, pastas y otras delicias caseras.


Como dice mi sobrina: "¡Que lo sepas!"
              
        

9 comentarios:

Teté M. Jorge dijo...

Que espetáculo de reportagem. Um prazer passar aqui e conhecer esse lugar magnífico, pelo menos em forma de sonhos, com todos os detalhes.
Felicidades.
Um beijo carinhoso.

JULIO ALVAREZ RUBIO dijo...

Muchas gracias, Teca. Cada vez que me llega un comentario tuyo, desde el lejano y fabuloso Brasil, "Préstame muitu". ("Préstame muitu" es la expresión que utilizamos en mi pueblo para decir "Me gusta mucho").
J.

José Luis dijo...

Excelente reportaje, enhorabuena. Para el próximo capítulo podrías contar los importantes valores naturales que tiene este municipio, y las amenazas provenientes, fundamentalmente, de los parques eólicos.

Un saludo

JULIO ALVAREZ RUBIO dijo...

Gracias, José Luis. En cuanto a lo otro: estoy esperando a que llueva o nieve y se recupere el Laguillín de Salce.
J.

La utopía de Irma dijo...

Fabuloso el post sobre Riello (no se lo cuentes a nadie) pero estoy por ver si me quieren adoptar.

Un abrazote utópico, Irma.-

Riello de Omaña dijo...

Julio, nos ha gustado mucho,y que imágenes más bonitas, muchísimas gracias ...
Un Saludo

Unknown dijo...

Hola Julio. Te felicito por las fotos, la verdad es que están muy bien hechas y son muy creativas.Da gusto visitar tu blog!!!
Yo tengo también un blog y me gustaría que entraras y me dieras tu opinión.
Todo Fotografía: www.pereprime1978.blogspot.com
Nos vemos por los blogs

Lobezno dijo...

¡Viva este escritor de lujo!
Desde hace años siento el influjo de tus publicaciones.
Que te siga fluyendo esa vena artística literaria y fotográfica.

JULIO ALVAREZ RUBIO dijo...

¡Carallo, Lobezno! ¡Tómate lo que quieras, que estás invitado!
Gracias.
Julio.